Dirás
que no hace falta
Para Sandra, sin duda
Artemio Ríos Rivera
Dirás que no hace
falta
—y con razón—
que diga que te
amo
o que simule
hacerlo
Eres la mecha
que ha encendido a esta pólvora
Que ya no se quema
en infiernitos
Sin duda pensarás:
No tiene chiste
Pues se trata tan
sólo
de un juego lexical:
Poesía solamente
Pero tú nos
conoces
Sabes de qué
color es la palabra
que engendramos los dos
Al mismo tono
Pero tú nos
conoces
Sabes la paz que
viene
después de la batalla
Del combate de
amor,
ni duda cabe
Intuyes el calor
de aquel silencio
De esa braza que
abraza y nos consume
en apartar al mundo y su violencia
El retorno no
tarda y nos brindamos
Por las voces de
auxilio y resistencia
Marchamos por las
redes y en las calles
Aunque haya quien
lo piense:
Qué ilusorio
Y sí,
somos ingenuos y
viajamos
en un bajo perfil,
—por respeto a
los otros—
Y nos buscamos
En cada errata
En cada risa
En la brisa del
mar
En prisa de la
gente
En el fénix
ceniza
Conoces un color
que no es ausencia
Sino conciencia
plena
de la mutua mirada
que brinda a tu
salud en la montaña
Y te miro
—con paciencia
impaciente—
En cada acto
Te diseminas en los niños
En las mujeres tímidas que gritan
el ardor del
silencio que atraganta
Te reconozco en
el oficio
—Brega y brega—
soberano timón a los costados
Para escuchar al
otro
Y su mandato
Conoces la
incongruencia
En esto del amor
y desamores
En la revolución
y sus involuciones
En el tierno
rencor a lo que odiamos
En las benignas
hostias del pasado
Atragantados de
amor, y otros pertrechos,
Salimos a la
calle solidarios
A buscar uno al
otro separados
Sin poder
distinguir si somos uno
O si acaso nomás
un extravío
Sin duda
pensarás:
No tiene chiste,
Pero también
dialogamos de cocinas
De trastes sucios
y camas destendidas
De tu perro y el
gato
Del escándalo de
parvadas canoras
de beatas azules y pájaros risibles
Dirás que no hace
falta
—y con razón—
que diga que te
amo
o que simule
hacerlo.