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lunes, 18 de abril de 2016

LA PATRIA EN EL CORAZÓN

LA PATRIA EN EL CORAZÓN

(Artemio Ríos Rivera)

Invocación que no es para un principio
                           Germinación o natalicio
El inicio del fin, terminar con la estirpe,
Decadencia
             Abatimiento en el desconsuelo
Patria escuela
           Maizal
                      Camino descortés
                                Playa
                   Pradera
Organismo social
Patria taco de frijol
                         Mercado
            Voz de la calle
Leche
            Paisaje
Danza urbana
Sobre flores marchitas
-de negros recipientes y botellas rotas-
Escurre la savia de la patria
               Basura pisoteada al final de la orgía
Eso semeja el vecindario
Más fácil es matar que perdonarse
Por los mendrugos de hambre contratar un sicario
Por un rasguño al ego
Apetito y placer
Cómodo y sencillo
Acción directa
Irracional y cruel
Injusticia cara a cara con la injusticia
¿Es todos contra todos?
Patria del natalicio
                               de la adopción
El Puño de la infamia que se asesta en el rostro
Colectivo sudario de una guerra sin héroes
La apagada osadía de una voz escondida en el miedo
                                        Extinta por la muerte de los ecos
Sórdida metralla sorda
Pica y huye
¿Quién fue?
¿Dónde está el asesino?
Hay respuesta en la espesa tiniebla
                            de todos los villanos
La Maldición resbala entre incompletos dientes
Todos son ofendidos
Y, ¿todos ofensores?
¿Dónde están?
                         Los desaparecidos
¿Dónde están?
En qué fosa común o basurero
En qué incendio voraz
Pobre país impuesto en el tropiezo de una clase política
Ávida de poder
                         de capital y brillo lisonjero
¿Hay otras vías?
¿Otro mundo es posible?
La ofensa es su defensa
Persecución
                    Escarnio y aislamiento
El paisaje mordido por torturas
Hogueras con olor a carne humana
Fogatas incendiando autobuses, oficinas y casas
¿Ojo por ojo?
¿Poner otra mejilla? 

Matria, retira de mí esa Patria

viernes, 1 de abril de 2016

EL SUPREMO

El supremo

Artemio Ríos Rivera


I

Autocomplacencia
Inexistencia del otro
La paja en el sentido ajeno
Los postes son pilares de la egolatría
Es el fundamento fundador de la mismidad
Somos el huevo y la serpiente
Fatua acracia, subordinación impuesta
¿Cómo desgobernar sin colonialismos?

II

La impune impunidad impone la sordera
Fuerte hablar sin escucha
Sin enterar qué dice la palabra
¡Escúchame!
Aunque el Yo no atienda otros discursos.

Estamos bien:
La malquerencia viene de terceros.
Todo es en mí justificado
Los demás son suicidas
Mi mano es justiciera
-De rectitud sublime-
Ejecuta sentencia.

III

Desinstalada conciencia de la soledad
Gobernador de vidas

Ser y poder
Hombre y materia

Decrépito patriarca:
Implacablemente dadivoso
Enigmáticamente oscuro

Ignominiosa bondad
Tan transparentes sinrazones
de percepción invisible

Páter: duro vocablo en soliloquio
de opaca emergencia poética

IV

Como Supremo y Dios
Siempre sectario
Intransigente
Fanático a su ser
Doctrinario

La estrategia es ácrata
Atea
Crítica

El Supremo niega
Toda deidad
Todo poder
Menos lo suyo

Para imponer su realidad
Descalifica
Purga

Ortodoxo intolerante
Sólo odia lo odiable
Lo que se acerque a
Lo que huela
Lo que sea sospechoso

Hay que asumir la nueva antidroctina doctrinaria

Ante el espejo:
Todos supremos
El otro
-siempre-
un pobre diablo

V

Entre libertos anda el despotismo
Maquiavélica persuasión
Todo se justifica en ambos lados
"Cada quien su verdad"

Sin la otra mirada: El Supremo soy yo
Engendrado de eternas soledades
Templado en apatías
en menosprecios al borde del camino

Militancia de suicidas
parricidas sin vocación

VI

Enarbola filialidad el fraticida
Argumentos de amor como fatuo fulgor
Escudo de invisibles visiones

Aparente desprecio por doblones
Mientras la mano hurgando las talegas anda
Chingar chingando
Materialidad inmanente
Inminentes tensiones y rupturas

Nada pide el fraticida
Exige
Clama su voz:
Del otro es la obligación, del otro
Que no debe forzarme

Perpetua deuda debes
No correspondo
¿Dónde dice que debo?

Caín también usaba falda
y paría a la orilla del río.

VII

La voz suprema sentencia:
No piensa el otro
hablan los traumas
carencias
frustraciones

Despreciable rencor,
descalifica la voz al disidente
Fuerte supremacía
Invicto emocional
Hipócrita espectáculo de tristezas falaces
condenar homicidios
sembrando ágoras de difuntos
haciendo de los templos camposantos
campanarios sin badajo

Confesarles amor
Como quien reparte albricias a los huérfanos
En el fondo la única emoción es la soberbia
Egolatría
Narcicismo
Vanidad
No hay emoción
Solo glándulas que secretan agrios fluidos

Mortales secrecías que no incluyen el yo

Video del Ejido San José

Evidencia a mitad del proceso...