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lunes, 14 de diciembre de 2015

Entre activismo y ciencia

Entre activismo y ciencia

[Artemio Ríos Rivera]

Para Alberto Híjar


Uno quiere empezar por el origen
En Germania tal vez
O en Spania, no sé

Centralidad impuesta
El todo es controversia
La parte en consecuencia

Y la señal señala: en el inicio era el desconcierto
Espiral galáctico
Umbral
o colofón
Es cuestión de principios

Líneas
Estrías de pensamiento
Aporías que se tensan
En sutiles rupturas
de búsqueda insaciable
Surcos discontinuos desde la gran ciudad
Pasando por Granada
Jalisco
Lima
Cagliari
Rastreando
Buscando huellas sin certezas

Hablar de un hombre
parece poca cosa
Esto es generación
escuela
Línea discontinua
Tendencia
Disposición de vida

Recóndita raíz
Difuminada
en polémicas filias
Ácida discusión
de andante andar

Escéptica esperanza:
Acracia
Zapata remasterizado
Marxismo
Históricos fantasmas, concretos
—de pensamiento—
Que recorren las vetas cotidianas
Sembrando alternativas
Metódico antimétodo de cuño indeleble
Filosofar de extremo a extremo
Pero desde un solo polo

Continua discontinuidad durante ocho décadas
como decir presencia
en treguas sin descanso

Censurado censor
Crítico opinante
Activista

Agitadores, gritan
Provocadores
Filósofos de mierda
Hacedores de histeria

La búsqueda es constante
Autogobierno
Democracia radical ante el pobrismo
Rebelde dignidad

Volvemos al origen
¿Desde dónde venimos?
¿De Espartaco a Galeano?
¿Desde los macehuales al lumpen citadino?
A partir Villa Ayala, supongo

Uno piensa en la excepción
Pero Ayotzinapa es una cuenta más
en el rosario interminable de la infamia
El opio de los pueblos se fue al basurero
ante la turbulencia de las drogas sintéticas
el cuestionamiento es básico
¿Qué hacer?
Como un quehacer de Lenin

Y necio, como siempre
Enuncias: Lucha de clases
Plusvalía
Explotación
Dialéctica de la subjetividad
Abajo y a la izquierda

Marx ha muerto
—Dicen los científicos—
La ciencia pura lo ha matado,
Entonces —respondes— se trata de la
Dialéctica que lleva a la mayéutica retrospectiva
Volvemos al inicio: hay principios
[ la indecisión no implica
el final de la historia


En: 13 agujas desde Híjar. ANTOLOGÍA DE POESÍA DIALOGANTE.
 Editorial Cisnegro lectores de alto riesgo. México 2015.


lunes, 5 de octubre de 2015

Promoción de la lectura: Actividad para la habilidad lectora. Artemio Ríos Rivera/ Sandra Ortiz Martínez


En equipos leemos mejor

Artemio Ríos Rivera/ Sandra Ortiz Martínez



En este documento presentamos una estrategia sencilla y efectiva para mejorar la lectura de los chicos, la hemos llamado: “En equipos leemos mejor”. En una hora de actividad se realiza el trabajo que en una organización grupal se llevaría 4 horas o más. Los muchachos no se aburren, estudian en colaborativo, están muy activos en un ejercicio donde, la coevaluación y el apoyo mutuo sobre las deficiencias que van identificando, propician un intercambio gratificante muy cercano a relación tutora.
Sin duda muchos de los problemas de aprendizaje, están relacionados con las habilidades de lectura y comprensión lectora. La literatura y las discusiones que se forman a partir de conocer los resultados de diferentes mediciones en el área, nos ilustran con respecto a la centralidad que debe ocupar la comprensión de los textos en la educación. Delia Lerner, al respecto plantea como desafío global para la escuela: “formar practicantes de la lectura y la escritura y ya no sólo sujetos que puedan “descifrar” el sistema de escritura. Es –ya lo he dicho-  formar lectores que sabrán elegir el material escrito adecuado para buscar la solución de problemas que deben enfrentar y no sólo alumnos capaces de oralizar un texto seleccionado por otro.” (2001: 39).
            Los docentes de educación básica, sabemos que tenemos una gran deuda con respecto a la formación de lectores, no obstante, para encarar el reto es necesario deconstruir el problema como un gran todo en pequeñas tareas, pequeños objetivos asequibles. Que los alumnos vayan logrando día a día pequeñas cosas que les devuelvan la confianza en sí mismos, la confianza de que pueden leer de manera adecuada para sí y para un público, de que pueden hacerlo sin sentir vergüenza.
Como sabemos, el Consejo Nacional para prevenir la Discriminación (CONAPRED), ha publicado dos series de cuentos llamados Kipatlas, una de las finalidades es que sean utilizados por los profesores de educación básica, se recomiendan para primaria, pero funcionan muy bien en secundaria. Se trata de incorporar temas de igualdad y no discriminación en la formación de los chicos. Con estas publicaciones se intenta orientar así como ofertar herramientas para la reflexión sobre las diferencias humanas, a dialogar respecto a éstas estableciendo formas de convivencia basadas en la tolerancia y el respeto.
Los cuentos que integran las series son de gran calidad literaria, pues vinculan de manera equilibrada la intencionalidad pedagógica con el desarrollo de la historia y su riqueza narrativa. Sin forzar o plantear situaciones rebuscadas logran mostrar una lección de fraternidad en el reconocimiento de las diferencias; su mensaje es transparente y aunque un cuento puede desatar una rica reflexión amplia y compleja en el aula, el docente puede estar tranquilo si deja la lectura y el análisis en la intimidad de cada alumno.
Por lo anterior, para la actividad “En equipos leemos mejor”, se recomienda utilizar los cuentos que integran las series Kipatlas pues, la sencillez de su escritura y la transparencia de las relaciones que se tejen en las historias que cuentan, no exigen de la intervención del maestro para ser comprendidos o lograr que interpelen la subjetividad de los niños y jóvenes.  Así, el profesor puede centrar el propósito de la actividad en el objetivo sencillo de que los alumnos, con su orientación, se apoyen mutuamente para detectar y superar dificultades de lectura fácilmente identificables al leer en voz alta, tales como: la omisión de letras, sílabas o palabras; la confusión de letras o sonidos; el cambiar de lugar letras o sílabas; las dificultades del ritmo en la lectura (hacerlo muy lento, muy rápido, no respetar las pausas, los signos de puntuación); así como el repetir varias veces las primeras sílabas de una palabra al leer para un público, entre otras dificultades que los niños y adolescentes manifiestan en la lectura. Al avanzar en los aspectos señalados, podemos incorporar otras exigencias que tengan que ver con la comprensión lectora y las propuestas del CONAPRED, por ejemplo.
Si se lee en impreso es necesario tener tres o cuatro ejemplares de cada cuento para ser usados en el mismo equipo, cada pequeño grupo puede leer un cuento diferente. Es posible tener la versión en digital[1] y organizar a los equipos alrededor del monitor de una computadora personal en el aula de computo o bien cada alumno utilizando su Tablet, en este caso puede leer todo el grupo el mismo cuento o cada equipo uno diferente, eso dependerá de lo que el docente tenga planeado como adicional al trabajo en pequeños grupos. Si todos leen el mismo cuento un cierre en plenaria se facilita.
El grupo se organiza en equipos de tres integrantes cada uno, reunidos de manera mixta: con alumnos de diferentes desempeños en lectura. En cada pequeño grupo, sus elementos eligen al integrante que tiene más dificultades para leer; ese lee en voz alta, sus compañeros le van corrigiendo. Es recomendable rotar la lectura en voz alta después de cada capítulo. Se detienen al final de cada sección, ponen en común lo que entienden, releen lo que creen conveniente, pasan al siguiente apartado. Es aconsejable que se apoyen en las ilustraciones al momento del diálogo, incluso pueden auxiliarse en párrafos de la lectura para darle forma a sus comentarios.
Se trata de no hacer pesado el ejercicio, no poner muchas dificultades o exigencias de comprensión. El ritmo y la profundidad del ejercicio es tal cual va emergiendo de cada equipo. Los textos tienen la virtud de ser profundos y ligeros a la vez.
Así trabajan los equipos hasta terminar sus textos. La maestra o maestro monitorea y ayuda a resolver dudas. Se trata de ayudar, no de resolver. La idea es no solicitar nada más que la lectura en voz alta, la corrección y el intercambio de comentarios sobre el texto. No se trata de escribir, hacer resumen, contestar un cuestionario, no, nada. Tampoco es necesario cerrar en sesión plenaria. Pues se busca que la actividad se acerque a la lectura gratuita, para que los chicos queden con ganas de intercambiar los textos y seguir leyendo durante varios días, con la única intensión (aparente) de que mejoren su forma de leer. Hay que engancharlos, no aburrirlos, es posible que ellos se vayan subiendo los niveles de exigencia en el equipo. El docente debe estar pendiente de esas situaciones y colaborar para que el reto cognitivo no los haga perder el interés. Trabajar varias sesiones, varios cuentos de la serie, ayudará a los muchachos a ir superando las dificultades que hemos señalado en algunas líneas anteriores. Al devolver el cuento, el equipo comparte en corto al docente lo que hizo y cómo se sintieron los integrantes. Hay que preguntar si les gustó la actividad y si les gustaría repetirla. Para no apurar a las trinas que tardan más en finalizar el ejercicio, y evitar que quienes ya terminaron se aburran; se recomienda, con éstos últimos, facilitarles el resto de la colección de cuentos para que los hojeen, picoteen su lectura o los empiecen a leer en forma, cualquier cosa que decidan hacer libremente mientras el resto del grupo termina la actividad.

Sugerencias adicionales

Si se tiene el manual de la primera serie de Kipatla, se pueden hacer algunas de las preguntas que vienen ahí sobre la lectura. Ese puede ser el cierre de la secuencia. Alrededor de 24 cuentos de la serie Kipatla están en línea, la lectura de cada uno requiere de 1 hora aproximadamente, paro se respetará el tiempo que tarden los equipos en leer un cuento completo.
Como docente puedo hacer un círculo de lectores de todo el ciclo escolar únicamente con esa colección y solamente con un propósito inicial: avanzar en el abatimiento de las dificultades de lectura en voz alta que hemos señalado con anterioridad. En el transcurso, de acuerdo a los avances registrados, podemos subir la expectativa de nuestros propósitos, incluso se pueden ir escribiendo pequeñas reseñas que en algún momento pueden desembocar en escritos que hagan comparaciones entre los textos leídos.

Bibliografía:

Castelan, A., Rincón Gallardo, P. (2011). Manual de lectura de los cuentos Kipatla. Para tratarnos igual. México: CONAPRED. Disponible en:

Lerner, D. (2001). Leer y escribir en la escuela. Lo real, lo posible y lo necesario. México: SEP, Biblioteca para la Actualización del Maestro.

Petit, M. (1999). Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. México: SEP, Biblioteca para la Actualización del Maestro.

PsicoPedagogogia.com. “Dificultades en la Lectura”, consultado el 1 de octubre de 2015, en:  http://www.psicopedagogia.com/articulos/?articulo=436




[1] En la liga:
http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=listado_kipatlas&id_opcion=507&op=507 se presentan todas las publicaciones del CONAPRED, el usuario encontrará en un menú ubicado de lado izquierdo, dos ligas que lo llevan a la primera y segunda serie de cuentos (Kipatla primera serie/ Kipatla segunda serie), en esas ligas podrá descargar uno por uno, cada uno de los cuentos. En dichas páginas, adicionalmente a los archivos en formato PDF, se ofrecen también los audios y sus guiones, así como un archivo multimedia; el docente puede utilizarlos de diferentes maneras y para diferentes fines, en esta propuesta sólo sugerimos el uso del archivo PDF o la versión impresa del material, que también puede conseguirse mediante una solicitud al área de Vinculación del mismo Consejo, en la siguiente liga más información: http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=pagina&id=153&id_opcion=161&op=161

domingo, 27 de septiembre de 2015

Parpadeos en la trayectoria del percusionista Rodrigo Álvarez Rangel

Parpadeos en la trayectoria
del percusionista Rodrigo Álvarez Rangel
     Yaneth González Landa

Concierto con la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Sala Tlaqná.
Foto: Jorge Vázquez Pacheco.
La imagen de contento que proyecta un artista ante el escenario, el destello de luces y cámaras, lleva a preguntarnos qué hay detrás de ese mundo luminoso, y es que haciendo conciencia, labrar una profesión dentro del arte no es fácil, porque el tiempo y la dedicación que demanda puede traer consigo el peligro de dañar la salud física, a veces, también emocional. Algunos artistas se esmeran tanto por ser el mejor, que es difícil saber si la obsesión por tal motivo, es el síntoma o la causa para sentirse plenos. ¿Significa esto que un músico, por ejemplo, tiene que sufrir por su arte?...
Whiplash, música y obsesión (E.U. 2014), cinta que se adentra en el tema, despliega de manera puntual tal experiencia, para hablar de ello hemos recurrido a un músico, quien desde su muy particular punto de vista nos revela algunas de las puertas misteriosas en el ejercicio de su profesión, nos referimos a Rodrigo Álvarez Rangel, principal timbalista de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, desde 2010.
Su innato espíritu musical transmitido por ambos padres se vio reflejado en cada etapa de  vida. La primaria y secundaria escolarizadas fueron testigos adyacentes del instintivo ritmo de sus manos, que ya desde entonces ejecutaban lo que le dictaba su acompasada imaginación. Fue éste el momento decisivo para ingresar al conservatorio. De ahí en adelante, hasta la fecha, se apasionará por la gran variedad de tonos y diversidad de instrumentos de percusión que ha hecho sonar para nuestro deleite melódico.



Álvarez Rangel, emprendió sus estudios vocacionales en el Centro de Iniciación Musical Infantil de la Universidad Veracruzana. Al término de éstos, ingresó a la Facultad de Música donde obtuvo la Licenciatura en Artes opción Percusiones. Más tarde, fue becado por la Secretaría de Educación y Cultura y la Universidad Veracruzana para cursar, en Amsterdam, una maestría en la School of Music. A su regreso, participó en un concurso donde ganó una plaza para ser parte de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Actualmente, es catedrático de la máxima institución educativa de nuestro Estado.
El hoy timbalista orquestal ha trabajado bajo la dirección de reconocidos músicos como  Fernando Lozano, Carlos Miguel Prieto, Lanfranco Marcelletti, entre otros, para engranar obras versátiles de corte clásico, moderno, contemporáneo. El papel que desempeña en la sinfónica es tan significativo como el de los demás integrantes, en la ejecución y control de los intensos puntos de giro, que van de un delicado pianissimo a un potente fortissimo.
De esta labor que requiere suma disciplina y hábito de estudio, nos habla el maestro percusionista. Así inició la charla con el destacado músico.

Rodrigo, para introducirnos en los controversiales caminos de tu profesión, platícanos ¿cuál es tu punto de vista acerca de la cinta del año Whiplahs, música y obsesión?

Master ClassPercusión en la Orquesta Sinfónica.
Facultad de Música UV.
Foto: Yaneth González Landa.  
−Para mi, en esta ocasión el cine de Hollywood fue bueno para contar una historia y demostrar lo que quería. En ella se enfatiza muy bien la problemática que se llega a dar entre un maestro y un alumno. Llama mucho la atención por lo fuerte del tema.
Con relación al soundtrack seleccionado, me agradó, tiene paralelismo con la trama, aunque más bien creo que se toma de pretexto a la música para polemizar y mostrar, a quienes no forman parte de este medio, las experiencias que pueden tener algunos músicos a lo largo de su profesión.

En esta historia que bien proyecta realidades vividas en algunos conservatorios musicales ¿te identificas con algún personaje o momento climático?

−Me vi reflejado de los dos lados, como alumno y como maestro… Si recuerdo cuando era alumno, mi brújula se dirigía a saber más de música, a estar sediento de conocimiento. Todo lo relacionado con este fin era motivo de aprendizaje y de estar contento, por lo tanto cualquier método rígido o no, era secundario. El amor por la percusión sobrellevaba cualquier eventualidad. Y… como maestro he aprendido que a los alumnos, a veces, hay que darles ese impulso que les falta. Por ello, hoy en día, he tenido que ampliar mi horizonte para entender la necesidad de cada alumno que obviamente difiere de la personal, o no siempre es la misma que la de otros. 

−A veces el celo académico generacional, que se plantea en esta película, lleva más a la deconstrucción que a la construcción ¿Crees que en tiempos modernos se pueda acabar con ello?

−No lo sé. La soberbia y el ego siempre van a estar presentes en la condición humana, supongo que en la Edad Media existían, así como hoy. Por eso todo el énfasis, desde mi punto de vista, va sobre el amor a la música. No sobre un maestro o una pedagogía; o sobre una escuela o un conservatorio.

¿Será relevante obsesionarse por llegar a la cima de la perfección?

Ensayo con OSX. Foto:
Archivo Dir. Gral. del Área Académica de Artes
.
−No. Hoy en día no creo que la búsqueda de la perfección sea el camino. Todos somos seres imperfectos, aunque busquemos ser mejores en lo que hacemos.
El proceso que ahí señalan no es el único. Hay muchísimos alumnos que no pasaron por tal situación. Existen otras formas de enseñanza musical que son totalmente amorosas o bellas. No, no, no, sería falso pensar que todo músico aprendió de esa forma, sería muy pobre. Puede ser, no digo que no; sí hay momentos muy duros. Mas como todo en la vida, tienes tristeza, pero también tienes felicidad, y sería erróneo creer que porque un día estuviste triste ya no vas a ser feliz nunca más, o que no vale la pena vivir.

Haciendo una comparación con la realidad ¿piensas que la pelicula rebasó la carga dramática?

−No, porque han habido casos similares. Sin embargo, la situación está en comprometerse con la música y saber hasta dónde estás dispuesto a soportar la carga de trabajo o a tener que estudiar diez horas en un día; que la verdad pienso no es muy bueno, pero que en lo personal tuve que hacer... Sí, la música demanda mucho control y concentración, pero el fin es tocar el corazón de la gente que te escucha, y cuando te gusta lo que haces, puedes dar más de lo esperado.

Enfocándonos en la propia experiencia ¿Cuál es la parte más difícil de ser músico de profesión?

−Que en algún momento tu familia, amigos y pareja, pasan a un segundo plano… porque profesionalmente hablando, la música es muy absorbente, el estudio de un instrumento requiere casi de tiempo completo. Igual cuando estás casi seguro de que ganarás el único espacio que ofrece un trabajo y no es así, te desmoralizas completamente.    

¿Por qué de entre tantos instrumentos de percusión, tu actividad se centra en los timbales? 

−El campo de ser multipercusionista es muy amplio. Durante mucho tiempo toqué batería, triángulo, tarola, bongó, también incursioné en son jarocho, salsa, música afro y contemporánea, pero desde hace cinco años a raíz de haber ganado el concurso para ser timbalista en la Orquesta Sinfónica, centré más mi atención en esa actividad. La plaza que tengo es nada más tocando timbales.


Concierto con la OSX. Sala Tlaqná. 
Foto: Jorge Vázquez Pacheco.
¿Cómo describirías tu proceso creativo? y ¿cómo lo descubriste?

−Ah…Muy interesante. Para mí ese proceso creativo se vuelve a realizar en cada concierto. Una y otra vez lo vas creando. Puedes tocar la Quinta Sinfonía de Beethoven diez veces y siempre es diferente. Es un eterno juego de estar buscando posibilidades, y de divertirte. Aquí tomo la frase del inglés play the music, juega con la música, que en español es toca la música; sin embargo, tocar no es tan divertido como jugar. Para mí cada concierto es una nueva oportunidad de conjugar todos los conocimientos, una gama donde tienes muchos colores y no sabes exactamente cual vas a necesitar hasta que ya estás ahí. Al final, puedes poner un poco más oscuro o un poco más claro. Las posibilidades son infinitas.
Descubrí tal proceso al escuchar mi propia voz, al liberar mi sentir. Es ahí donde tu cuerpo y oído expresan su musicalidad.

Disculpa que te cuestione, pero ¿qué hay detrás de ese divertimento que mencionas?

−Interesante que me preguntes esto, porque yo creo que ese es el fin, divertirte con tu trabajo. Aunque, sí, haciendo una retrospección, he tenido momentos difíciles en los que la nota o el tiempo de un compás no quedan como lo marca la partitura, y tienes que regresar una y mil veces sobre lo mismo. Por lo tanto no siempre me he divertido.
Y cuando no estoy cien por ciento seguro dónde está la música, empiezo a estar nervioso. La presión que se sufre ante un concierto desgasta, pero si estás ahí es porque puedes dar el máximo rendimiento. Por eso es muy importante conocer mis posibilidades, y entre más herramientas tenga para ratificar la música, más voy a poder jugar con ella. 

¿Alguna anécdota que te haya marcado durante algún ensayo o concierto?

−En un ensayo busco que mi mente esté enfocada sólo a la música: al estudio individual. Sin embargo, cuando las cosas no siempre salen como desearías, te marcan. Es muy difícil cuando el director detiene el ensayo porque al que quiere corregir es a ti. Te está diciendo que lo que estás creando en ese momento no está bien… Emocionalmente me ha afectado, y lo más duro es que en segundos tengo que corregir mi error y, a la vez, reponerme de tal aseveración. Complicado para cualquier integrante porque solo tenemos cinco ensayos para montar y ensamblar una sinfonía.
Después de sacrificar cuerpo y alma en nombre del arte ¿en qué ha retribuido a tu dedicación?
En todo. Me llevó a otro continente. A terminar una carrera, a estudiar hasta que dominara ciertas técnicas, a tener trabajo… La música te puede llevar a la felicidad por medio de escucharla o producirla, y ello justifica tu entrega. Ojalá y esta entrevista sirva para acercarse más a su estudio y no para alejarse.

Master Class: Percusión en la Orquesta Sinfónica.
Facultad de Música UV.
Foto: Yaneth González Landa.
¿Qué sugerencia das a alguien que desee incursionar en esta placentera, pero a la vez demandante y posesiva profesión?

−Que esté enamorado de la música. Y si le cuesta trabajo, a lo mejor conforme avanza en el proceso de aprendizaje se le va facilitando y se va enamorando. Pero sobre todo, que tenga interés, que sepa escuchar, que quiera aprender, que quiera encontrar.

Video del Ejido San José

Evidencia a mitad del proceso...