Un libro
que se arriesga: Construir nuestra voz
André Cisnegro
Algunos críticos mexicanos actuales desestiman la lectura
como un agente de transformación benigno. Sin embargo es la lectura la base
para el aprendizaje de modos posibles para desarrollar futuros conocimientos en
la práctica de la vida. "Aprender" es una metáfora de conocimiento,
es verdad, por lo cual, cualquier teoría necesita llevarse a la experimentación
para generar un "saber".
Bajo esta premisa, la praxis cual principio, Artemio Ríos y
Sandra Ortiz se lanzan en la odisea de crear en las aulas un método que sea
funcional para integrar a los alumnos al ejercicio de reflexionar y atender el
discurso de otros, desarrollando ellos mismos un propio enfoque de la realidad.
Es decir, no sólo buscan "generar lectores" para mejorar una
estadística institucional, sino que se arrojan a plantear un movimiento en la
psique del alumno al ponerlo en el ángulo del creador. Es así como surge Construir
nuestra voz, un compendio del trabajo de esta dupla de maestros
experimentales, y de los alumnos que han realizado un bestiario de alebrijes y
otras piezas poéticas, a modo de artefactos en proceso.
Este es un libro que se arriesga a proponer, desde lo
didáctico una metodología para promover la lectura de poesía en aulas, y que en
esa complejidad que es volver al alumno un lector que escribe, reflexiona, lee
y reescribe, completa un ciclo donde leer es también crear, crearse. Útil, más
que útil, para todos los que enfrentan estos retos. Maestros, promotores de
lectura, poetas. Cisnegro ] lectores de alto riesgo [ gustoso edita, expone
esta obra realizada por Artemio Ríos y Sandra Ortiz, con los valiosos textos
introductorios de Oralia Bonilla y María Victoria Reyzábal. Construir
nuestra voz. Estrategias y evidencias de lectura y escritura (Cisnegro,
2017), es un libro que es herramienta, arma y objeto estético a la vez. Imagen
de portada de Orlando Díaz.