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viernes, 19 de diciembre de 2014

Dos actos y una posdata.


DOS ACTOS

Y

UNA

POSDATA*

Artemio Ríos Rivera


Artemio Ríos Rivera (Xalapa, Ver., 1958). Aventurero de la
poesía, capaz de volver a empezar cualquier cosa en
cualquier instante con la misma facilidad que se da sin
entrega. Amante del amor y de la vida, ha sido promotor
cultural y de la lectura entre los jóvenes. Dice que Xalapa
y la ciudad de México son los elementos de su eterna
bigamia sin conflictos. Ha hecho teatro, video educativo,
radio, periodismo, cuento, poesía y ensayo; todo esto, otra
vez según él, de la mejor forma: de vez en vez y de
manera intensa, como el amor furtivo.


LIMINAR


Dos actos y una posdata son textos que saltan al
papel por sí mismos, bajo la invocación de un libro
colectivo. Este apartado es la respuesta a la
confabulación de una cofradía de autonombrados
poetas que se cobijan al abrigo del papel impreso, de la
pantalla del ordenador o del cartel mal pegado en un
muro. Asociación casi perniciosa que, desde este y
otros mundos, debate títulos, orden de aparición,
créditos, ilustraciones, formas, fondos, etcétera y,
finalmente, deja al azar la presentación de un trabajo
poético, pero no solemne.

Se trata de un ímpetu externo que provoca el
acto de creación en un compromiso personal y
colectivo, que demanda avispar el oficio del que escribe,
del que forma y del que ilustra un poema. Es la literatura
la que nos congrega, sí. Pero también es la vida misma,
sus cotidianas contradicciones: estar con estos
personajes, en este espacio, demanda valor y buscar lo
mejor de uno mismo para no desmerecer el trabajo del
grupo.

El primer acto de esta puesta en escena son diez
textos de corta extensión, pero de amplias pretensiones,
dedicados al amor que se sucede entre el día y la
noche; hay indisolubles elementos que envuelven a la
entrega furtiva, ésa que se quiere con todo de una vez y
para siempre. Así de sencillo, así de simple, así de
breve.

En el segundo acto se propone la unidad
contradictoria de un delirio cotidiano, doméstico que casi
esquizofrénico, juega con la entrega y el desencanto.
Están presentes la costumbre que adormece y el deseo
galopante; la chispa del motor mismo de la vida y su
pequeña muerte, la indiferencia. Una aporía que tensa
la relación de pareja sin romper los lazos de una unión
un tanto perversa, pero normal.

Al final son los otros, producto del amor y de sus
odios que fundan la relación cotidiana del afecto. La
contradictoria expresión de lo que somos, o lo que la
voz poética pretende que seamos, tiene sus frutos y
disfrutos: lo filial y lo fraterno se asoman entonces, pero
también las fobias atisban la posdata.


PRIMER ACTO

1

Cielo abundante
Escasos los infiernos
Integrada al pasado
Te ofreces como ofrenda
Intentas sin tapujos
Reescribir nuestra historia
En el alba de lechos
Agitados de pretensiones diurnas

2
Sin nada que me guíe
Sin mapa que me rija
Aferrado al instinto
Peino tu geografía
Encuentro
Sin buscar
Al borde de tu grupa
El sur de nuestros días

3

Contra locura
Tu mano es quien conduce
Por infernales círculos de mezquindad
No hay indefensión
Puedo escapar de mí
Lo dice tu ternura
Mágica morada
Que expulsa a los demonios
A salvo de mí
Sin propuesta que valga
Me entrego a tus caricias

4

No soy el recipiente de ajenas sensaciones
Piel
Ojos
Oídos
O inflamada nariz
Papilas paladeantes se impregnan de mi mismo
De conciencia de mi
al recorrer tu cuerpo

5
La luz y los sonidos
El aroma del sol
El frío reconfortante
Nacen dentro de mí
No vienen desde fuera
Se precipitan de mis poros
Cuando erizado tu sexo
Se detiene en mi lengua

6

Boca…
Matriz
Entreabiertos los labios
Misteriosa la entrega
La simiente destila en comisuras
Boca…
Vagina
Por los belfos
En alegres silencios
La vida se desborda
Boca…
Abanico
Que invoca
Silencios terrenales

7

Caer en trance
La luna menguante
El placer creciente
Tú, llena
Nueva
Luminoso satélite
De todos los planetas
De mis constelaciones
Caer en trance
Agitar polvo cósmico
Regresar
Respirando inconsciente una paz sideral

8

Presiento
Espontáneamente
Manipulo el ocaso
Placer apasionado
Te entregas sin volver

9
Destellos fragmentarios
Parcial satisfacción
Discontinua la espera
de todo percepción
No te concibo fuera de mí
No me concibo fuera de ti

10

Cuando el amanecer
dejó de ser una tentación
supe que el ciclo era cotidiano
aunque jamás eterno


SEGUNDO ACTO

APRENDIZAJE

Aprendí a no atenderte
Aprendí a no escucharme
Acercarme a tu cuerpo creciente y blanco
Resignado a la entrega
Indiferente y dócil
Disfrutando la inercia
El pasivo disfrute
de una caricia ruda
Turbulenta
Pero experta en el arte
de tomar sin entrega

RESACA

Y tampoco después
Hablamos de nosotros
Vigilaba en secreto su furia contenida
grito al
vacío
Preámbulo de un amor agonizante
Finalmente el tiempo carece de importancia
No existía la palabra
Nunca antes
Durante
O después
Lo que hubo fue presencia
Única forma de ahuyentar los fantasmas
Los suyos
Los que tengo
Los que rodean y oprimen este placer furtivo
Enredado y confuso

CERTIDUMBRE

Dicha no es la vida
Ni la muerte desdicha
Una desgracia, no
Tampoco incertidumbre
Vida: pequeña muerte cotidiana
todos los días
como tenue resaca
del doméstico amor

A CABALLO

Puedo enloquecer de amor
Amor por ti...
Sin que te importe
Puedes enloquecer de amor
Amor por mí...
Sin que me importe
Podemos alucinar de odio
Mutuo rencor sereno
Sin que a nadie le conste

PRESENCIA

A veces me amenaza el porvenir
Un futuro terrible de esperanza
A veces tengo miedo de llegar a quererte
amarte para siempre
Pero no ahora
Por la buena fortuna
Hoy sólo te deseo

REGRESO

Ligeramente sádico
Discreto
Pervertido
Sudado e inocente
La humedad en los ojos
Nostálgico
Confuso
Adolorido
Salgo de ti

HOGAR

Me instalaba en la sombra de tu cuerpo
Fuera del margen hiperactivo, visible de tu marcha
Burlón y melancólico
Condescendiente y tibio
Afirmándolo todo a contrapunto
En paz
Evadiendo tu roce
Domésticamente

NARCISISTA

Amo mi cuerpo y tanto como al tuyo
No deseo
que pierdan
su posibilidad
de ser carne
tacto
contacto
piel
Amo mi espíritu y tanto como a ti
mi alma dolorida
no quiere
no desea
verme envilecido
rebajado
yerto
Por eso este periplo sin regreso
—vicioso círculo entre el cuerpo y la nada—
no importa conciliar:
yo, conmigo,
tu y yo,
en fin, somos nosotros
Que jalen los extremos sin descanso
hasta que estalle la unidad que nos contiene

POSDATA: FILIALES Y FRATERNOS

LA PRINCESA

Despreocupada la princesa
Revisa los estantes
En busca de un espejo:
¿Cazadora?
¿Diosa de la luna?
Pastora o hechicera
No importa de qué cuento
Que baste la belleza
de un cuerpo de mujer, con su rostro infantil

BERENICE

Mientras tanto la Esperanza crece
feliz, despreocupada
indiferente
A pesar del cielo turbio
Ahí está la esperanza
Indiferente y dócil

EL COLIBRÍ

En la gardenia se posa el colibrí
Agitación inmóvil
excita pensamientos
Inmediatez lejana
Alto vuelo
Profundo
Terso

EL VIENTO

El viento turbulento
se mueve a ras del suelo
Sube
Baja
Aletea con violencia
agitando las aguas
Sin saber dónde ir

OTREDAD

Cuando juego al espejo
No descubro a los otros
que no soy
Pero son referente
El marco
Mi sentido

IN FINITO

En el puente
Que tienden
Nuestros cuerpos
No hay finitud
Tan sólo un jadeo involuntario que transgrede a la muerte
Sin alcanzar siquiera
A preñar una vida

EXIGENCIA

En situación
Comprometida
No te percibo
fuera de mí, nada
Todo inmediato
Concreto
Presente
percepción todo
excitación
carne
lascivia
sólo sentirte
sentirme solo
destellos fragmentarios
satisfacción totalmente parcial
discontinua

INCESTO

Sacudir con destreza
mi árbol genealógico
para que caiga exigua
la manzana inmadura

OLVIDO

No podría decirles
ni siquiera tu nombre
Si te he visto
hoy no recuerdo dónde
El olvido es perdón,
Aunque también venganza

A CONTRALUZ

Estrellada humedad
Salinidad que aspiro
Nocturna caza
Casa marina
Centelleante horizonte
Del perfil impasible de tu cuerpo
A contraluz
el bullicioso neón es danzante en el centro
Del barrio marginal
Del humo
De la piel
y el viento


*En Mar de amores. Antología de poesía concreta.Editorial Leega. México. 2010.

jueves, 23 de octubre de 2014

AL BORDE DEL ABISMO


AL BORDE DEL ABISMO
Artemio Ríos Rivera


Pesimismo del espíritu, optimismo de la esperanza
Antonio Gramsci


El 27 de septiembre policías-sicarios de la ciudad de Iguala en Guerrero, dispararon a un grupo de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa; los estudiantes buscaban fondos para asistir a la marcha del 2 de octubre en la Ciudad de México, paradójicamente a conmemorar la matanza de estudiantes de 1968. Además de disparar a quemarropa, los policías-sicarios desollaron el cuerpo de un estudiante con crueldad inusual; también aprendieron a 43 estudiantes, de quienes, hasta ahora, no se sabe su paradero. El resultado de este acto funesto es: 6 personas muertas –entre estudiantes y civiles que pasaban por ahí–, 43 estudiantes desaparecidos y un país lleno de dolor y rabia.

El siguiente texto es la articulación de varios escritos que he publicado en las redes sociales a finales de septiembre y principios de octubre de este año. Pretenden ser elementos de análisis, opiniones más bien, sobre la coyuntura social en la que se encuentra México en la segunda década del siglo XXI.

Foto: Sandra Ortiz
Lo que ha sucedido a los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, sólo es parte de la misma expresión,  de la misma actitud ante la nación de la clase política que gobierna nuestro país, más allá de partidos políticos. Se trata de una política de sonrisa, que por momentos se vuelve abierta carcajada de los cínicos que se sienten dueños del país y de los accesos a cualquier puerta institucional. Sonrisa y guante blanco que cierra espacios al diálogo, a la participación y a la disidencia de expresiones a las que se les ha condenado al exterminio en este país. El guante blanco esta empapado de efluvios de las víctimas, de la ciudadanía, de los jóvenes que son sólo eso, menores de edad.

La cerrazón, la exclusión, la etiquetación y la trapacería cada vez son más claras en los sindicatos, en las escuelas, en las instituciones públicas y privadas, en el campo, en las calles, incluso en el terreno electoral. No les basta ser "mayoría" o gobernar, no descansan hasta no tener carro completo, aunque para eso se tengan que aliar con el crimen organizado. El color de la clase política es el poder, no importa el precio.

Ayotzinapa sólo es parte de la misma expresión de una política que excluye, descalifica, se burla, se adueña de las instituciones, tira migajas que por fuerza deben agradecerse. Es parte de la misma cultura del poder (sin distinción de partidos políticos) que “generosamente” otorga dádivas a quienes los lisonjean. Es la forma de pensar de quienes a nombre de todos, piden prestado para, con el presupuesto de todos, asegurarse votos. Es la misma expresión que desvía recursos para ganar votos.
La demagogia y la amenaza son elementos centrales de ese discurso. 

Ayotzinapa sólo es parte de la misma expresión de una política que amablemente cierra la puerta en la nariz a quienes piensan diferente que ellos, a quienes no votan por ellos o, peor, no votan ni participan en los procesos electorales. 

Es la misma cultura que trampea las leyes, los acuerdos, los reglamentos. Sus voceros son los que se autonombran juez y son parte. Los mismos que ponen a los ciudadanos de a pie en un callejón sin salida. 

Ayotzinapa está al mismo nivel de las nuevas leyes que regulan las pensiones, de la “Reformas Estructurales”, de la inseguridad; al mismo nivel del narcoestado en que vivimos, ¿cómo negar el maridaje del crimen organizado y el gobierno después de las revelaciones de los nexos de exgobernadores con los narcos? Al tiempo, el gobernante en turno también será EX.

No es cierto que los gobernantes, los jefes de la clase política, quieran resolver los problemas del país, sólo buscan nuevas formas que les permitan recomponer la correlación de fuerzas con la sociedad y el comportamiento del mercado electoral. Se trata de seguir medrando, necesitan recomponer el panorama para tener más y mejores ganancias, para seguir negando a todos los mexicanos lo que por derecho les pertenece. Para seguir en el monopolio del mercado de las ganancias rápidas: el narco, los secuestros, la venta de plazas, la entrega de los recursos públicos sin licitaciones y sin las garantías que la sociedad tiene derecho. Aparentemente cambian las “instituciones”, pero son los mismos los que las administran. Es la misma cultura de los secuestradores, que ejecutan sumariamente a sus víctimas y después, ellos mismos, los secuestradores, los asesinos, investigan para “deslindar responsabilidades”.

Esto ha llevado al país al borde del abismo, a un callejón sin salida.
¿Cómo se sale de un callejón sin salida?, ¿ha sido la vía electoral realmente una vía de participación para solucionar la problemática del país?, dadas las circunstancias pareciera ser el momento que la sociedad civil y sus organizaciones discutan a profundidad el problema de la autodefensa ya que estamos en un estado de indefensión. Uno no lo desea, pero pareciera que en cualquier momento se van a desbordar los marcos institucionales, no por los gobernantes y sus aliados, ellos lo hacen todo el tiempo, sino por grupos sociales que eventualmente decidan transitar por vías no institucionales de participación, para cambiar en estado en que se encuentran las cosas en México. Uno no lo desea, pero presiente ese tipo de manifestaciones.
Foto: Sandra Ortiz

El problema es que se sigue pavimentando el camino para la participación por la vía de las armas, no ya como un camino para la "toma del poder", sino como una mera forma de resistencia para no caer avasallados como los normalistas de Ayotzinapa o como cualquiera de los cuerpos que cotidianamente aparecen en las fosas clandestinas sembradas a lo largo y ancho de este país.
Supongamos que la autoridad dice la verdad y un líder del hampa ordenó a un jefe policíaco: disparar contra los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, levantarlos, torturarlos, desaparecerlos, asesinarlos, desollarlos y quemarlos. ¿Qué es lo que permite que esto suceda en un estado de derecho? El CISEN (Centro de Investigación y Seguridad Nacional) sabía de la connivencia de los partidos y el crimen organizado, de los gobiernos y el crimen organizado. El gobierno federal lo sabe, los partidos políticos lo saben y nadie mueve un dedo. Pura conveniencia política. Que la policía obedezca órdenes de carteles del narco es posible por la impunidad, la convivencia del Estado y el crimen organizado, la criminalización de la juventud, la criminalización de los movimientos sociales, así como por el pensamiento conservador que desprecia la vida de los jóvenes y de los opositores, ya que por encima de todo está el prestigio y buen nombre de los gobernantes; este es el pensamiento que priva en muchas de nuestras autoridades y en algunas de las buenas conciencias; esto abona el camino para que se cometan crímenes de Estado como el de Ayotzinapa y otros más, Tlatlaya por ejemplo. El rosario es muy largo. 

El crimen organizado le paga al Estado su beneplácito fungiendo como paramilitares que hace el trabajo sucio de la autoridad. Más bien, ya no sabemos dónde termina el Estado y dónde comienza el crimen organizado.

No se hacen desde aquí "llamados a la lucha armada", se puede plantear así si se quiere descalificar una opinión y no pensar con seriedad sobre lo que está pasando. Lo que se hace es una reflexión sobre la cerrazón de las vías de convivencia política, de interlocución y de toma de acuerdos. Aunque dadas las circunstancias parece que no hay garantías, por eso la desesperación de muchos y la búsqueda de salidas radicales de algunos, les decía que una opción es la denuncia pública: hacer ruido en los medios, en las redes sociales electrónicas. Acudir a las redes de organismos no gubernamentales para que asuman el caso como propio. Acudir a instancias internacionales que ven con preocupación lo que sucede en México. Pedir a la universidad donde se estudia que asuma la defensa de sus estudiantes. En 1995, cuando la policía me seguía hasta mi escuela en la Colonia 6 de Enero, denuncié por radio universidad, en un rato estaban mi hermano, mi compañera de entonces, la prensa, derechos humanos y otros, conmigo, protegiéndome. Los amigos y familiares pendientes de lo que pudiera pasar. Después vinieron más amenazas, pero no pasó a mayores. ¿Cómo salir de un callejón sin salida? ¿Cómo sentirse copartícipe de la construcción de un país? ¿Cómo defenderse ante el avasallamiento mediático y autoritario de quienes no respetan la vida de la población? ¿Cómo defender el derecho a la vida de los que nada tienen? En fin, sólo unos botones, la cuestión era ¿qué hacer?, los compañeros se veían verdaderamente angustiados y la solución (precipitada a mi parecer) era sacar el hijo de la escuela y mandarlo a otro lugar, incluso al extranjero. Envenenan la vida familiar. 

Cuando la gente del color del dinero y el poder dialogan con sus subalternos no es para llegar a acuerdos, sino para demostrar que la autoridad tiene la verdad y los otros están equivocados. La cerrazón no sólo se muestra con los fusiles encañonados, también es una sonrisa condescendiente de la autoridad que no está dispuesta a ceder nada, ni a los individuos ni a los movimientos sociales. 


¿Cómo estar de acuerdo con reformas que han sido hechas para "beneficio de todos", pero sin tomar en cuenta la opinión de nadie?
En el mismo tenor, es lamentable la agresión a Adolfo Gilly, Javier Sicilia y Cuauhtémoc Cárdenas en una manifestación pública en la ciudad de México. No defiendo a los personajes en particular, preocupa el significado de la acción, la gente empieza a dejar de creer en cualquier interlocutor, en cualquier opción institucional.

 Aunque las redes sociales son, en general, irreflexivas y de respuesta visceral por la posibilidad de anonimato y la inexistencia del cara a cara, también es lamentable el extremismo de algunas respuestas de la gente ante diferentes situaciones. A eso me refiero cuando comento lo del callejón sin salida. No es que se llame a respuestas extremas, sino que, por lo que está sucediendo, lo que se provoca son respuestas extremas, poco reflexivas, violentas.
A quienes les interesa seriamente lo que sucede en este país y les interesa construir espacios de convivencia para los hijos, los hermanos, los amigos y los seres queridos, sería irresponsable festinar lo sucedido. No creo en los partidos políticos, no creo en la clase política, pero lamento lo sucedido a Gilly, Sicilia y Cárdenas.

El comportamiento del poder esta articulado, por eso alerto sobre lo que sucede desde los sindicatos, las oficinas, en el remate del patrimonio nacional por un poco de brillo; por eso es terrible el cierre de opciones institucionales, no se trata de sentirse mártir, es preocupante porque nos llevan a un callejón sin salida. Se pierde la esperanza de construir proyectos, vías para construir un país incluyente. Solo la gente de partido que anda cachando votos, solo el revanchismo irracional, se puede poner feliz con lo sucedido. Solo quienes han puesto a la población contra la pared no entienden lo que es estar en un callejón sin salida.

Las amenazas policíacas nos llevan al borde del abismo, a callejones sin salida.
Un ejemplo: Durante varios días unos compañeros maestros y amigos trataron de comunicarse con nosotros para hablarnos de sus desgracias, por fin nos contactamos. 

Los aparatos del orden han puesto a esta familia en un callejón sin salida, como a muchos ciudadanos de bien. Atizan más leña al fuego. Eligen a los jóvenes que consideran “más débiles”, por ejemplo mujeres, estudiantes universitarios, que participan en las movilizaciones sociales para levantarlos y amenazarlos, pedirles que se vayan del país si es que aprecian sus vidas. El lunes 13 de octubre, cerca de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana fue el levantamiento (con el amordazamiento y vendaje en los ojos propios del caso) y posteriormente la liberación de la víctima. No hubo golpes, no le robaron nada, sólo amenazas, el caso duró unas horas. 

¿Cuál es la reacción de padres de familia clasemedieros, con galardones nacionales por su trabajo, cuando les hacen esto a sus hijos? Indignación y pánico después de ver lo sucedido en Ayotzinapa. Porque, además, los que se ostentaron como policías dijeron que les iba a pasar lo mismo que en Iguala a los que estaban movilizándose en el estado de Veracruz.

Con serenidad les comenté algunas de las cosas que a mi familia han sucedido. Mi hijo mayor, un tipo pacífico y bonachón, fue pateado en más de tres ocasiones por la policía en los acontecimientos del año pasado en la Plaza Lerdo en el centro de la capital de Veracruz, un año antes había sido detenido por participar en una marcha. Mi otro hijo, fotorreportero, fue pateado por granaderos en la ciudad de México al hacer su trabajo periodístico; existen evidencias gráficas publicadas en más de una revista. Personalmente, hace algunos años, a mi hermano le dijeron que me iban a desaparecer; como a muchos ciudadanos críticos fui constantemente perseguido por la policía, a mi casa llegaron anónimos, nos regalaron fotos de mi persona para que no hubiera duda de la vigilancia policíaca, fuimos correteados y golpeados a plena luz del día en la Avenida Ávila Camacho por órdenes del Capitán Montano, hoy flamante diputado federal. Aunque pasé alguna noche detenido sólo por preguntar por qué se pretendía detener a alguien sin orden de aprensión, creo que lo peor fue que envenenaran la vida familiar. La calumnia lo persigue a uno, el señalamiento, la descalificación. 

También es conveniente la denuncia ante Derechos Humanos, pedir la protección de las organizaciones religiosas comprometidas con la sociedad, incluso pedir audiencia con el Gobernador o el Secretario de Gobierno para exigir garantías. Creo que hay algunas opciones. Lo que la familia me decía es que las circunstancias han cambiado y, aunque su hija a lo sumo ha participado en unas marchas y en algunas asambleas estudiantiles, después de Ayotzinapa temen hasta por la vida de la estudiante universitaria y es comprensible. 
Foto de Sandra Ortiz

Yo creo que en este y otros casos, no se atreverían a más, que así como quieren sacar a los perros y a los vendedores ambulantes de las calles para que no se vean feos durante eventos internacionales, como los juegos centroamericanos, así quieren meter a los estudiantes a sus escuelas y a los movimientos sociales en sus comunidades, para limpiar el rostro del gobierno en turno. La ignominia gana cuando el miedo nos paraliza. Sin embargo uno se puede equivocar y lo que está en juego es la vida de nuestros hijos, decían los compañeros, sobre todo cuando se puede tratar de mujeres. Sería terrible si tuvieran razón.

Creo sinceramente que tenemos que seguir saliendo a las calles a denunciar lo denunciable, porque cuando eso no se pueda hacer, o la gente no se atreve a hacerlo por miedo, entonces sí estaremos en lo profundo del callejón sin salida del cual no se sale fácilmente. Por eso pareciera de pronto que la única opción es por medio del enfrentamiento violento con quienes te amenazan y no te dejan hacer tu vida cotidiana. El país está al borde del abismo, ¿es necesaria una profunda reforma democrática?, ¿una huelga general insurreccional que cambie de golpe la correlación de fuerzas del país?, ¿una revolución social?, no lo sé, esto es ya un callejón… ¿sin salida?

miércoles, 22 de octubre de 2014

miércoles, 6 de agosto de 2014

La magia de la lectura y escritura: una experiencia escolar


La magia  de la lectura y escritura: una experiencia escolar

Irma Hoyos Durán

El día 15 de octubre de 2013, llegó el maestro Artemio Ríos Rivera a la escuela Telesecundaria “Leona Vicario” de Mesa de la Yerba, Municipio de Acajete, Veracruz, donde curso el tercer año. El maestro comentó quienes eran las personas que lo acompañaban, a quienes   dimos nuestros nombres.

En la misma visita  el maestro nos enseñó a conocer un libro sin haber leído el título, sin saber de qué trataba. Nos dijo que un libro es fácil de reconocer pues tan solo se necesita ver el lomo y la contra portada. También platicamos un poco de nuestros gustos, por lo que nos pidió  realizar un autorretrato. Cada quien leyó el suyo, y él lo escuchaba con atención. Estábamos nerviosos, no sabíamos que contestar  a las preguntas  que nos realizaba, como no lo conocíamos,  sentíamos pena y teníamos miedo  de responder mal.

Además, en la primera visita, los chicos de tercer grado empezamos a leer la novela de Drácula del autor, Bram Stoker, y la dejamos después de leer  los dos primeros  capítulos. Se nos quedó de tarea hacer una reseña por cada capítulo que íbamos leyendo.

Me gustó el libro de Drácula  porque incluso le pedí un ejemplar del mismo,  para continuar con la lectura en mi casa, pues me quedé impaciente por saber más acerca de la historia.

En la segunda visita que se realizó el día 23 de octubre,  llegó el maestro Artemio más temprano e hicimos un círculo para poder trabajar la sesión.  El maestro se instaló con su computadora  y su proyector para que así se hiciera más bonita la lectura. En la misma visita leímos el cuento de “La gallina degollada” del autor, Horacio Quiroga.

El maestro trajo materiales de apoyo como libros, cuentos, novelas, fábulas, poemas, diccionarios y algunos fragmentos  de obras. A mí  lo que más me gusta leer cuando viene son poemas y cuentos. Mi  asesor me regaló un libro de poemas.

La tercera visita fue el día 5 de noviembre de 2013, empezamos como de costumbre a leer y a corregir los registros que teníamos que hacer después de cada visita,  con la actividad de corrección de textos, nos enseñó  a poner comas, puntos, acentos, corregir palabras, signos de admiración, interrogación y comillas a cada texto. También nos enseñó a leer sin tartamudear. En cada una de sus visitas nos enseña algo diferente,  porque no en todas leíamos lo mismo. En esta ocasión leímos el cuento  llamado  “La noche de los feos”  del autor Mario Benedetti. “A la deriva” es un cuento que también  fue leído el mismo día  pero con diferente autor Horacio Quiroga. 

 

En la cuarta se llevó a cabo el  26 de noviembre. Leímos  algunos cuentos, por ejemplo el  del autor, Juan Rulfo, “Diles que no me maten”. Primero lo leímos en voz baja y después el maestro Artemio hizo preguntas acerca de la lectura. Además  corregimos textos, entre estos el mío.

Me entusiasmé mucho cuando me di cuenta que mi texto estaba en la página de  internet para que lo leyeran  muchas personas.

En la quinta sesión realizada el día 14 de enero  leímos el cuento que se llama “En el valle de la  sombra” del autor Bram Stoker, en el  cual aprendimos que tiene cierto parecido con el libro de Drácula.

En esta sesión el maestro me regaló otro libro, Pantaleón y las visitadoras  del autor Mario Vargas Llosa.  Empezamos a trabajar con el maestro Artemio,  nos preguntó a todos  los alumnos, como de costumbre, para ver  si teníamos nuestras anotaciones o registros de las visitas anteriores, de los cuales nos podíamos ir guiando poco a poco.

 El día 28 de enero  el maestro Artemio nos presentó a dos maestras que se llaman  Verónica Paíz  y Laura Citlalli, la maestra Laura  empezó a trabajar con Oscar y la maestra Vero  con Carmen y conmigo,  a corregir nuestros registros. Yo trabajé muy contenta con la maestra que me estuvo atendiendo,  en esta sesión terminamos de leer el capítulo XIII de la novela de Drácula. Leímos los cuentos siguientes “La rana que quería ser auténtica “y “El eclipse” del autor Augusto Monterroso.

La séptima sesión  también asistió el maestro a la escuela y empezó a trabajar con la lectura la  cual fue el cuento de “La hermana enemiga” del autor, José  Revueltas, él nos empezó a comentar  que tenía que realizar un viaje a México para hablar acerca de su escritor favorito José Revueltas,  él estaba supongo que muy nervioso porque era la feria del libro, también nos contó acerca de la vida de este autor quien estuvo en las Islas Marías  por su forma de pensar con respecto al gobierno.

En la siguiente visita seguimos trabajando, el maestro nos mostró un programa interactivo de computadora que trataba acerca de unos poemas, pero también nos dijo que fue un programa nuevo el cual su esposa no quiso que mostrara antes de la feria del libro, aunque lo compartió con nosotros, tenía poemas lindos incluidos con grabaciones hechas en casa con la ayuda de su esposa porque él nos dijo que no sabía cómo maniobrarlo pero que ella le había enseñado como moverlo. También nos pidió que con una palabra le dijéramos como es que estaba  nuestro corazón,  muchos dijeron que bien, otros que felices y yo dije que pensativa.

En la novena sesión  fue el día 21 de febrero del año en curso nosotros continuamos con las lecturas. Cada texto que revisamos lo hacemos tres veces para que esté bien formulado en la primera revisión,  solo se lee lento para encontrarle forma,  en la segunda se le corrigen los errores  y por último es la revisión total. El grupo de tercer grado estaba leyendo el libro de Drácula de Bram Stoker, la cual es una novela muy extensa pero también de interesante suspenso porque tratan de asesinar al conde.

En mi escuela ya tenemos dos computadoras que nos llegaron con la ayuda del maestro Artemio.

En la décima sesión el maestro nos trajo un libro llamado La peor señora del mundo, del autor, Francisco Hinojosa, también trajo copias con el texto sin  los signos de puntuación, y trabajamos poniendo los signos faltantes, nos explicó que los signos de puntuación son muy útiles para que un texto quede bien estructurado.  También leímos unos poemínimos  como homenaje a Efraín Huerta porque él fue un gran escritor de poemínimos  y les pondré un ejemplo de estos: Desnúdate que yo te ayudaré.

En la onceava sesión el vino y nos dejó como tarea hacer el relato de la experiencia vivida con su asesoría en lectura y escritura.

Video del Ejido San José

Evidencia a mitad del proceso...