Intensa consonancia[1]
Artemio Ríos Rivera
Proyectar el futuro es asomarse al caos
o regodearse en la autocomplacencia
Conversar con la posteridad, sin hablar
escuchar desde el silencio
mutismo simbólico
poderoso
ejemplar
Con ver-sar
polifonía que se trenza en incomprensiones
monólogos que imponen su falacia
ruido que se evidencia en el silencio
supremacías arbitrarias sin concesión
Mi red primaria ya no tiene eslabones
soledad construida en la huida del otro
miedo al contagio
no hay partido
ya estoy hecho añicos
no sé dónde mirar
fragmentado en astillas que no se reconocen
reciclaje perenne de mis desarticulaciones
Me estoy buscando Fenix
agraviado de un pasado
que se hace presente
y me pone en el desfiladero apocalíptico
de lo que he fomentado
y que me piden ser
Aún así, somos una promesa
seguimos siendo los mismos y otros
aprendemos
desaprendemos
vamos y regresamos
nos movemos en las posibilidades subjetivas
Armar la reconstrucción
redimensionar la caricia
el abrazo que abrasa y no quema
estrujón que acerca, valora, confirma el ser
el estar en el mundo
juntos, sin concesiones
desde el no-poder
desde el servilismo voluntario
desde sentirse nadie
y buscar afirmarse en el brillo de un otro
Construir nuestras relaciones
más allá de la geometría política
de las filias y fobias insustanciales
Fortalecer
restaurar los vínculos
regresar al origen
renacer colectivo
multitud amorosa
de brazo en brazo
abrazo que vincula
y reconstruye en cálida matria
o patria, qué más da
Leer pantallas ausentes
hojas en blanco
vidrios rotos
pálidas láminas volátiles
que nos recuerdan la incertidumbre,
nadie es imprescindible,
epistemología cibernética
tutoriales como docencia de futuro
mostrar caminos sin prebenda
solo estar, nada me debes
Yo soy cuando tú eres
no soy sin ti
¿Quién enseña a quién?
¿Quién aprende de quién?
horizontalidad de relaciones poderosas
vivimos y convivimos
vemos y somos vistos
somos amantes y nos aman
¿Y el odio?
¿Y la soberbia?
Ahí están, agazapados,
queriendo rebasar nuestros sentidos
hacernos sinsentidos
bipolaridad y paranoia cotidiana,
nos necesitamos
pero nos negamos
nos amamos
pero…, no sé,
en verdad no lo sé
Condiciones materiales inverosímiles
diezmada población en la violencia
autorregulación que no salva al planeta
reconstrucción del tejido social desde la célula
básica:
el individuo relacionado
en equipo
con metas
Relaciones asépticas
empáticas
vencer barreras organizativas
táctiles
sonoras
de abstraídas miradas
Regresar sin miedo a la rutina.
Cotidiana labor de la abeja
sin más reina que nosotros
todos
construidos en redes
nodos que se anudan
y desconfiguran a la brevedad
para acercar nuevos tejidos
Enredarse
en red darse
a sí mismos
al otro
a nosótricos
Coinspiradores
de efectos mariposa
--no más defectos volátiles--
del aleteo que abraza
presenta
representa a los otros
a nosotros
larvas de oruga
que buscan volar
ingrávidas anémonas con membranas de miel
Incubar y construir
hilos de relación
seda de manos que acarician
de voces que potencian tolerancia
benevolencia
sensibilidad
Detrás de nosotros estamos ustedes
--se escucha un frágil eco--
de tras de nos otros
está la satisfacción del deber cumplido
¿En el futuro?
¿Ahora?
¿Quiénes son futuro?
¿Los adultos, los niños, los jóvenes, las mujeres,
las mariposas?
Tatuajes indelebles
palabras que se impregnan de piel
caricias que perforan el alma
¿Quién enseña a quién?
¿Quién aprende de quién, de qué?
¿Qué se enseña, dónde?
¿Qué se aprende, cómo?
¿Para qué?
Me miro
te veo
nos reconozco
somos tan simples y complejos
tan iguales y diferentes
tan indiferentes de la voz del otro
que es necesario abrir
muchísimas más preguntas
aunque no haya respuestas.
[1] Informe sobre lo aprendido en la pasantía sobre Nueva Educación,
desarrollada en Chile por el Instituto Relacional, como parte del Premio ABC,
maestros de los que aprendemos.
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