LAYO II
¿En su casa, en el campo, en tierra lejana?
¿Dónde fue asesinado Layo?
Edipo a Creón
Ausencia de tu voz
de tu insegura letra
ausencia de mi sangre
que es tuya y me penetra
ajena de mí
indiferente.
Layo está sin rencores
con el mortal pecado de ser origen
el poder ha dispuesto cumplir con el destino:
el costo de un albedrío que se pretende libre.
Edipo: no hay tirano
sólo un ser miserable que victima al destino
un débil individuo que reclama tu mano
enfermo, dolorido de ti
pero orgulloso al fin de abdicar a tu trono.
Estas ahí
en el altar maldito de un siniestro Abraxas
totalitario híbrido de la casta Yocasta
de bondad y maldad igualmente inhumanas.
Hemofílico al fin
yo soy el que nos mata
al negarme te niego a negar lo que niegas
y en el juego de espejos
al olvido me tiro
recordándome así
que contigo y sin ti
todavía estoy vivo
y tu puedes, altivo
sostener la mirada.
Si el instintivo amor
ni siquiera te alcanza
no te toca
no te llega
no llena tus pulmones:
Layo no irá
por la ira de amor que rebasa sus manos.
Te presumo sin fuerza para el último tajo
no te expongo
y en el sombrío espacio
de oscuro soliloquio
en la inutilidad de mi falso costal totalmente vacío
me retiro cobarde
ya no busco tus ojos…
si no buscas los míos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario