Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma…
Borges
Cuerpo de ribera
Fluir constante en un río de manos
Saludan
Palmean
Tocan
Acarician y golpean incluso.
Manos: perenne contacto
Ribera: porosa frontera en nuestras vidas.
Cuerpo a cuerpo pulido
De suaves curvas y oscuras cavidades.
Asperezas limadas
Por la violenta ternura del amor
Por la caricia cotidiana.
Tu dúctil cuerpo posándose en mis yemas
En ti deslizo mis artesanas manos
Adivinando oquedades y protuberancias.
Líquidamente paso en tu materia
Te amo y, satisfecho, repito con desesperanza:
Nadie se baña dos veces en el mismo cuerpo.
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