Artemio Ríos Rivera
Déjame amarte a oscuras
En silencio
Sin que nada de mí llegue a tu alcance
O detenga tu paso que camina
O interrumpa ocioso el giro de tu mano
Que tu palabra siga el libre cauce
De la saliente voz desde tu entraña.
Déjame acurrucarme en tu regazoComo ave vulnerable en plena fugaCon un golpe de amor de ti venidoSin hálito he quedadoEn mi contrito ascenso.
Déjame como el viento recorrerte
Besar todos los palmos de tu cuerpo
En rito cotidiano imperceptible
Que nada en ti perturbe la mirada
Sólo tu pelo, manantial de agua brava
Que se agite insolente al vuelo de mi verso.
¿Cómo poder decir? ¡Cuánto te quiero!
Sin que me importe más que el que lo sepas
Y me abandono en ti
En tu abandono
Tu desidia de mí, de lo que siento.
Es tan poca ración la que te pido
Que por pedir me basta tu resuello
El saber que estás viva y me respiras
Desde el destello alegre de tu risa
Y la fragancia fresca de tu aliento.
¡Padrísimo!, me gustó, hasta creo que voy a empezarte a tomar en serio como escritor y por ende gente famosa..... cuando te vuelva a ver... ¿me das tu autógrafo?
ResponderEliminarDe veras felicidades
Confieso que después de Juego de Espejos, no había tenido oportunidad de conocer más de la producción poética de Artemio. Será que me he envuelto en su tarea de pedagogo, en la que tan bien se desenvuelve y en la cual aporta tanto para beneficio de los maestros.
ResponderEliminarPues bien, siento la madurez del poeta y me gusta, me gusta... Sigue escribiendo.¡Es lo tuyo! Sin demérito de tu tarea de maestro.