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lunes, 15 de febrero de 2010

Poesía clonada: héroes y alter egos en Jesús Garrido

Poesía clonada: héroes y alter egos en Jesús Garrido*
Artemio Ríos Rivera

A riesgo de clonar a mis héroes literarios y querer presentar al monstruo como mío después de robar cerebros, corazones y sentidos en algún mausoleo que esconde libros vivos, quiero traer a colación, clonando unas ideas, sacando copia fiel si ustedes gustan, lo que Juan Domingo Argüelles escribió en el prólogo a un poemario de Efraín Bartolomé: “No hay poesía si la intensidad está ausente; ley que hoy se olvida con facilidad porque las cofradías de desapasionados festejan la vacuidad como una virtud. Sin la emoción poética, la palabra es una red vacía, un ejercicio estéril”; sin duda Jesús Garrido, por lo que muestra en Clones, héroes y alter egos es un poeta apasionado, intenso; uno puede lanzar la red al poemario y saldrán saltando las palabras, boqueando intensamente.

Un poema es una confidencia, una confidencia tramposa que nos hace el poeta de manera indirecta, la palabra es el medio, qué más da que sea con papel y tinta o en el ciberespacio. Con su voz de juglar, Garrido busca nuestro oído, nuestra mirada cómplice a su voz, nuestra escucha. Pero en el caso de la palabra impresa, el papel no es el objetivo de la confidencia sino más bien vehículo, el clon de nuestros egos desdoblados en héroes como uno, espejos de palabras y alteridades inventadas. Jesús Garrido, porteño de corazón y nacimiento, tatúa el papel en este libro con trozos bíblicos que se contextualizan en el ciberespacio.

E-mail de Pablo a los Corintios

Yo Pablo
apóstol de Dios
ignoro cuántos rostros tiene el hombre
cuántas lenguas
cuántos códigos
cuántas maneras de amar

Lejos estoy corintios
acurrucado al filo de unos labios como espadas
abandonado en el tibio pudor de mis ropajes
Lejos de mí
soy un misterio de sal y peces nuevos

Lejos estoy hermanos
pero conozco sus divisiones y problemas
“los judíos piden milagros
y los griegos buscan un saber superior”
Más yo no apetezco estar con ustedes

Pues entérense bien
a quien designó Dios en mi gobierno:
Ella es hermosa como la fe en el Mesías
sus plegarias queman el aire y la tierra
el cáliz de su abrazo es un misterio de agua

En verdad les digo que no me falta el amor
ahora debo saludarlos en su nombre
lejos de mí
más allá del fondo y las formas

Parafraseando a Ortega y Gasset, un clon que no es exacto, plantea que la palabra encierra un contenido múltiple, que no expresa solamente una idea, sino una realidad mediante la idea, así la palabra no es fonema-idea, sino fonema-idea-objeto; El libro de Garrido esta lleno de fonemas-ideas-objetos: escaleras, óvalos, colores, figuras geométricas y cuerpos, de donde se pueden desprender multiplicidad de ideas, interpretaciones varias, contenidos diversos de la misma palabra, eso, sin ser relativista se lo dejo al ego de cada quién y a la alteridad del mismo. Los fonemas pues, nos remiten a imágenes, pensamientos que definen una multiplicidad de objetos.

Escojo la periferia
porque en ella vive el puerto

Nos dice Garrido en uno de sus poemas, sabemos entonces que la periferia es centro de quienes preferimos movernos en los márgenes, que paradójicamente son el corazón de nuestras vidas y de la poesía que bebemos en pequeñas dosis para no embriagarnos de felicidad o de tristeza y causar con esto la envidia de los otros, los que no comprenden la profundidad de la poesía.

No podemos negar que el poema es una construcción artificiosa, que hace uso de recursos retóricos, como también lo hace la escritura. El lenguaje fonético es algo construido, no es natural, es un artificio en convención, sin embargo, poema y leguaje, son intrínsecamente humanos, tan humanos como el poeta mismo. Como el vate que se sienta en el bar, a la orilla del mar para inventar historias. Así la poesía de Jesús Garrido, aunque algunas veces es conceptual, en general es narrativa, nos cuenta historias y eso es algo que personalmente me gusta. Sobre todo cuando las historias son de lugares periféricos como los prostíbulos, pasajeros centros de nuestras pasajeras estancias reales o imaginarias.

Casa non santa

Uno estaría dentro de sí
si no quemara tanto la noche
Uno se conformaría con los besos de la fiebre
si ésta tuviera al menos cuerpo de ramera

No habría necesidad de violentar otros cuerpos
No habría razón para tomar prestados otros males

Uno estaría tranquilo en sus límites oscuros
olvidaría el desgaste de vaciarse en solitario
No habría necesidad de arrebatar al agua sus fetiches
ni de acudir al roce de una mujer fantasma

Pero la noche se acumula sobre sí misma
y el hormiguero de la piel no sabe curarse sin ayuda

La mujer en mi cama no es joven ni bella
pero succiona del alma toda infancia empecinada
La mujer que me consume es un faro de sombras

Uno preferiría carnes firmes inéditas
muslos cuya redondez se confundiera con la espuma
y cuya sed se deshiciera a bocanadas

Pero la belleza no basta para embriagarse
y a fin de cuentas
uno se quema solo nuevamente

Un poema es un objeto semiótico sin duda, pero es mucho más, es un artilugio sí. Sin embargo no es una simulación, no es doblez, hipocresía o cinismo, al menos no lo es en este caso, el de Jesús Garrido. Puede ser que a partir de este poemario podamos reconstruir trozos de una realidad que, a veces, sería preferible no buscar en el objeto estético sino en la vida misma. Pero no hay otra forma de expresarlo, de algún modo, si no es con poesía. Leamos un ejemplo:

Cierra la puerta de golpe
la puerta azul de goznes sudorosos
vieja nube de madera
sobre el mar de las astillas

Los goznes sudorosos, el mar de las astillas y la historia que se escribe a espaldas de uno mismo, son recursos poéticos de Garrido. Por eso, aunque la realidad emerge del poema mismo no es la verdad verdadera. La poesía no es una mentira, aunque muchas veces nos mienta para sacar verdades, es la expresión sintética de la vida misma, de su negación. Es la síntesis del individuo, del ser social, de la historia y de la histeria personal y colectiva. Es la expresión sintetizada de la naturaleza humana, escrita en el tiempo pero proyectado fuera de este. Atemporal es por definición la voz poética, por más referentes que haga a su contexto. Así podemos rescatar conceptos en el libro que nos ocupa, la noche por ejemplo.

La noche siempre ha sido
un animal en tránsito
una criatura
que se trepa en el aire
un camaleón
que asciende la nostalgia

Reiterando puedo decir que un poema no es una verdad, sin embargo es la totalidad plasmada estéticamente; en líneas versales es la expresión de las complejidades yuxtapuestas del ser, del sentir, de lo posible, de lo imposible y, sin duda, en Clones, héroes y alter egos encontramos estos elementos que hemos señalado sobre el objeto de la poesía. Más allá de algunas, para mi gusto, ligeras caídas en el ritmo, pecata minuta, Clones, héroes y alteregos es un poemario potente, francamente recomendable. Concluyendo: sin duda un poema también es un objeto artesanal, producto de un taller, realizado por un hacedor de laborioso y Jesús Garrido nos muestra trabajo en este libro: hay vida en su poesía, hay pasión, pero también oficio.

La referencialidad se manifiesta en el resultado de un partido de fut-bol (Boca-Cruz Azul). En los personajes que han marcado la cultura del siglo pasado: Lennon y McCartney, Rimbaud, Rembrandt, Carl Jung, Emily Dickinson. Sin embargo, no se trata de hacer un trabajo sociológico sino poético donde lo bíblico es tan humano como las correrías de “El hijo pródigo”.

El hijo pródigo
vuelve al prostíbulo
más por hábito que por lujuria
En su rostro se confunden
el niño que no fue
el joven que no es
el hombre que pasa de largo
sin soltar una palabra
de lo que sabe del mundo

Creo que he abusado de la paciencia de quien lee o escucha estas lìneas, termino, no sin antes traer a colación otro poema que Jesús Garrido intitula “Taza” y yo llamaría café en honor al espacio en que estamos presentando este libro.

La taza
el café
las circunstancias

El humo
el sabor
los mismos cuentos

En torno al remolino
tu presencia
arábiga
puntual
Aroma y gusto

Vamos a decir las mismas cosas
Vamos a morir un día de estos
con la invitación previsible en nuestros labios
y el amargo placer de la respuesta

Es todo gracias.










*Texto leído en la presentación del libro Clones, héroes y alter egos de Jesús Garrido en el Foro Cultural de la Rueca de Gandhi, en la ciudad de Xalapa, Ver., el día 23 de Marzo de 2006.

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